Cuando la amistad se convierte en amor

La vida da muchas vueltas y puede hacer que destinos que en principio apuntaban por separado, se crucen de forma casi inesperada…

María y Luis lo saben, y así lo demuestra su propia historia. Y es que después de muchos años compartiendo una bonita amistad y viviendo vidas completamente diferentes, vieron como la vida les deparaba una nueva oportunidad. El amor surgía entre ellos y comenzaba así una nueva etapa con final feliz.

Una boda civil sencilla y sin artificios

María y Luis se dieron el “Sí, quiero” el 19 de Septiembre de 2015, en una ceremonia civil oficial celebrada en los jardines del Hotel Castillo Bonavía y presidida por el Teniente de Alcalde de Pedrola.

La novia vestía con un precioso diseño de Rosa Clará con cuello barco y de corte clásico con sobrefalda. El novio también apostó por el estilo clásico y el siempre elegante binomio negro y gris.

El deseo de los novios siempre fue poder celebrar la boda y el banquete en un único lugar y en un mismo día, para disfrutar de ese momento especial compartiéndolo con todos sus seres queridos. Y es que siempre tuvieron muy claro que su boda debía ser vivida de forma íntima y personal, con la importancia que tal día merece y no de forma fría en un juzgado…

Detalles elegidos con mucho mimo

En toda boda los invitados a la misma juegan un papel muy importante y para los novios fue una de sus prioridades poder demostrarlo.

Una de las formas de conseguirlo es a personalizando cada detalle, como así lo fueron los recuerdos de Grisalla que se entregaron a cada uno de los invitados y las invitaciones pintadas a mano (todas distintas entre sí); o eligiendo una decoración para las mesas que se salía de lo habitual, o escogiendo el menú de boda pensando también en ellos.

María y Luis tuvieron claro que sus invitados debían poder disfrutar de una amplia selección de aperitivos y además, poder hacerlo en los bonitos jardines (donde por cierto, no faltó un buen cortador de jamón ibérico).

Los momentos más emocionantes

Es muy difícil escoger el momento más especial de una boda, ya que se recuerda por el conjunto de momentos intensos que se viven durante todo el día.

Boda-Maria-y-Luis-Castillo-Bonavia-7

Sentir que por fin ha llegado ese día tan esperado, cargado de felicidad tras meses de incertidumbre y dolor por la pérdida de un ser tan querido como un padre; escuchar emotivas palabras repletas de cariño durante la lectura de un discurso; sentir el calor de tus invitados al recibirte cuando entráis de la mano en el salón, o simplemente, ver como tu pareja se emociona en un momento dado… Todo ello forma parte de los momentos más especiales que nunca se olvidarán.

Agradecimientos de los novios

“A Fernando López Orduna, un fotógrafo cercano, de trato amable y cariñoso, atento al estilo personal que tú quieras darle a tu reportaje de boda.

El ramo de flores, el prendido de Luis, y el ramo pequeño que llevó mi sobrina, fueron pensados y diseñados por Rosa, la dueña de la floristería Luna d’Herreiz.

A Cristina Gonzalvo, por hacer que el ramo quede impecable tras el tratamiento de conservación.

A la boutique de Rosá Clará por facilitar todo el proceso de elección y pruebas del vestido incluso antes de tener un fecha determinada para la boda.

Y finalmente al Castillo Bonavía, en especial a Verónica, porque desde el primer momento, todo nos lo pusieron muy fácil. Cada una de nuestras peticiones, sugerencias, necesidades, etc, fueron atendidas y respetadas. Después de hablar con Verónica por primera vez, supimos que ya no teníamos que seguir buscando. Habíamos encontrado nuestro sitio. “